martes, 7 de septiembre de 2010

Todas las trampas que nos tiende Facebook



Presunta tienda de amigos y lugar adonde huir de la compleja vida real, la red social no hace sino aislar a los que suponen estar más vinculados.

PorJean-Jacques Delfour*

Facebook, esta presunta “red social”, es en realidad una empresa cuya actividad principal es vender a industriales contactos-clientes personalizados . Las empresas difunden la publicidad a toda máquina, sin saber si quienes la reciben son susceptibles de comprar o no el producto o el servicio. Hay un gasto a pérdida y el costo de cada retorno positivo incluye el de los fracasos.

El trabajo de Facebook consiste en organizar un fichero inmenso, más eficaz que en los países que cuentan con una policía política : el internauta (es decir, el futuro cliente) es invitado a confeccionar su propia ficha.

El pretexto es muy hábil: cuantos más detalles sobre sus gustos, sus actividades, sus preferencias da el internauta inscripto en Facebook, con más facilidad encontrará “amigos”. Una tienda de amigos, el gancho es ése.

Este anzuelo funciona, dando así la idea del derrumbe de las relaciones sociales directas y vivas .

Siempre ha habido redes: familiares, escolares, de barrio, profesionales, políticas, deportivas, religiosas, asociativas. Pero se apoyaban en relaciones reales en las cuales las personas se encontraban.

En Facebook, todo es virtual. Nadie sabe quién es realmente quién . No hay verificación posible. Los desconocidos recíprocos siguen siéndolo y el encuentro es un riesgo acerca del cual se puede conjeturar que rara vez se corre.

Facebook es, pues, una sociabilidad falsa, fácil y ficticia , que reemplaza ventajosamente -es lo que se cree- a la sociabilidad real, complicada, exigente.

¿Quiere tener amigos? Venga a comprarlos a la tienda más grande de amigos en el mundo, a cambio de casi nada, fragmentos de su vida privada y un poco de tiempo .

El deseo de amigos, reafirmado por una s oledad a su vez incrementada precisamente por el tiempo pasado frente a las pantallas , lleva a completar lealmente las fichas de información (de lo contrario, sus “amigos” atrapados por informaciones falsas pueden llegar a perderle confianza). Por ende, centenares de millones de fichas, escritas por personas a la espera de un lazo social . La empresa puede entonces vender a los publicitarios datos que representan contactos-clientes y tiempo de cerebro disponible.

Si yo no pertenezco a ninguna comunidad salvo a la de quienes sólo quieren comunicarse, tal vez pueda soñar con una comunión pura, fuera de mí mismo, sin cuerpo, sin violencia, sin guerra, sin religión, liberado de mi vida real, y donde yo sería autor de mi propia vida aunque en imágenes y en mentiras, que no están ausentes en la vida real.

Facebook es una ciudad virtual donde uno se distrae de la vida real, aterradora y dura , cargada de historia, reemplazándola por la vida soñada de los ángeles, las biografías inventadas, una vida tecnológica totalmente ilusoria, cuya consecuencia es aislar más a quienes creen estar más unidos que los otros y disminuir aún más las posibilidades de mejorar el mundo real.



*Jean-Jacques Delfour es profesor de filosofía y columnista de Le Monde

Copyright Clarín y Le Monde, 2010. Traducción de Cristina Sardoy.

1 comentario:

ova calcagno dijo...

me parece que no es para tanto.
comparto al idea de que con facebook uno cree estar mas comunicado, pero en realidad no, ya que en la mayoria de los casos cuando conocen a alguien, luego de verlo en facebook ya creen saber de la persona y luego en la vida real ni sacan tema de conversacion, pero no llega al punto de que evita las mejoras del mundo real como dice jaques