viernes, 24 de septiembre de 2010

Acorralada por las deudas, Blockbuster se declaró en quiebra en Estados Unidos



Surgió en una época muy distinta , cuando el muro que dividía al planeta todavía estaba en pie, los comunistas aún poseían los derechos de la sigla PC y el Laserdisc anunciaba un venturoso futuro digital. Pero las cosas ya no son como entonces. Jaqueada por la piratería y los nuevos modelos de negocios y acorralada por las deudas, Blockbuster, la mayor cadena de videoclubes del mundo, se declaró ayer en quiebra en EE. UU. luego de 25 años en el mercado.

La compañía –que había abierto su primer local en Dallas en octubre de 1985– decidió acogerse al capítulo 11 de la ley de quiebras de EE. UU., proceso similar al concurso preventivo argentino. Ya el 1° de julio había dejado de cotizar en la Bolsa porque cada una de sus acciones se negociaba a menos de un dólar. “Es el camino óptimo para recapitalizar nuestro balance de cara al futuro, a medida que seguimos trabajando para transformar nuestro modelo de negocio y satisfacer las preferencias cambiantes de nuestros clientes”, sostuvo, optimista, el director ejecutivo Jim Keyes.

La empresa tiene hoy unos 5 mil locales en todo el mundo: 3 mil en EE. UU. y el resto en México, Canadá, Dinamarca, Italia, Reino Unido y Argentina.

Aquí se encuentra en franca retirada : llegó a tener 85 locales, pero hoy sólo se cuentan 41.

Con una deuda de US$ 1.460 millones y activos por mil millones, Blockbuster llegó a un acuerdo con sus acreedores: planea reducir en un 90% la deuda a través del intercambio de bonos por capital de la compañía cuando haya sido reestructurada.

Emblema de una época en la que, VHS mediante, el cine ingresó como nunca a millones de hogares, Blockbuster ahora es víctima de los cambios culturales que fue introduciendo Internet y del fin de un modelo de negocios. En este nuevo milenio comenzó a perder terreno frente a competidores como Redbox, que opera máquinas autoservicio de alquiler en tiendas, y Netflix, que ofrece películas por correo en DVD y Blu-ray y por streaming para ver en la PC. También se metió en la pelea Apple, que alquila películas a través de su servicio iTunes, e influyó el televisivo pay per view . Pero acaso la estocada mayor haya sido la piratería : lo que hace 25 años sólo era accesible en un videoclub hoy se presenta a sólo un par de clicks –convenientemente baratos– de distancia.

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