domingo, 17 de agosto de 2008

Dudas sobre el futuro del consumo

La inflación creciente deteriora el poder de compra y en algunas categorías se observan caídas en las ventas; los economistas no se ponen de acuerdo, y mientras algunos esperan más enfriamiento, otros confían en la recuperación

Las ventas de entradas al cine cayeron en las vaciones de Invierno frente al año pasado. Batman encontró en la economía argentina un enemigo mucho más poderoso que el Guasón. Históricamente, el fin de semana que cae en el medio de las vacaciones de invierno es el que registra el récord de espectadores de todo el año. Esta vez, sin embargo, las películas más taquilleras que lanzaron los grandes estudios como Batman, La momia y Kung Fu Panda apenas atrajeron a 790.000 espectadores en todo el país, lo que implica una baja del 41,1% en la concurrencia frente al mismo fin de semana de 2007.
En la industria del cine atribuyen la espectacular caída en sus ingresos a una combinación de factores propios de su negocio, como el avance de la piratería y los cambios en los hábitos culturales, y otros externos, como la desaceleración del consumo.
El mal momento que viven los cines es sólo una muestra más de los últimos datos de la economía que dan cuenta de un cambio en el humor de los consumidores, provocado por una inflación en alza y la incertidumbre que generó el conflicto del campo.
El enfriamiento de la demanda no es un dato menor, ya que el modelo económico de la administración Kirchner se basó desde un primer momento en un fuerte impulso al consumo. El gran interrogante que se abre es si el paquete de medidas que prepara el Gobierno ?con aumentos en los sueldos y jubilaciones? alcanzará para relanzar el modelo o si por el contrario la inflación se llevará puesto cualquier atisbo de reactivación de las ventas.
?Las perspectivas para la segunda mitad del año son positivas. Por más que la inflación es la mayor amenaza para el modelo, las medidas pro consumo que está preparando el Gobierno, como los aumentos en el salario mínimo y en las asignaciones familiares y la suba del mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias, van a servir para que la economía no se enfríe vía una mejora de las expectativas?, sostiene el economista de la Universidad de San Martín, Enrique Dentice.
El optimismo, sin embargo, no es compartido por todos sus colegas. ?A partir de la crisis del campo se perdió cierta magia. Si bien se puede esperar cierto repunte de la actividad en la segunda mitad de 2008, es muy difícil que el consumo recupere el ritmo de crecimiento que venía registrando en los primeros meses del año, básicamente por las restricciones que existen para acceder al crédito?, explicó el economista Camilo Tiscornia.
Más allá de los pronósticos, a lo que pasó en el negocio del cine se suman más signos preocupantes en otros sectores de la economía.
• Mes tras mes la construcción registra una desaceleración en el nivel de actividad y de acuerdo con las estadísticas oficiales del gobierno porteño en el primer semestre del año los pedidos de habilitación de nuevas obras cayeron un 27,7 por ciento.
La evolución de los permisos es un indicador de mucha utilidad en la industria de la construcción para anticipar la evolución del mercado, ya que la obligatoriedad del trámite y su carácter oneroso terminan convirtiéndolos en la expresión de una intención cierta de realizar la inversión, que trasciende la idea del proyecto. La temporada de invierno de 2008 en la industria de la moda será recordada por lo fugaz. A los pocos días de iniciada la estación, las grandes marcas de ropa comenzaron a liquidar sus colecciones con descuentos de hasta el 50 por ciento. Tradicionalmente, el sale comienza en los últimos días de agosto, pero esta vez la fecha se adelantó a la primera semana de julio.
Las causas: la inflación y la caída en las ventas en junio y mayo en medio de la disputa por las retenciones móviles.
• Los indicadores de confianza del consumidor registraron una nueva caída en julio, con un descenso del 2% frente a junio y del 9% en relación con el mismo mes de 2007, de acuerdo con el relevamiento que realiza la Fundación Mercado. ?La combinación de un escenario menos favorable al consumo con una nueva desmejora en las expectativas resultaron determinantes en los valores de los índices?, explicaron en la fundación.
• Después de cinco años, en junio desaparecieron las doce cuotas sin interés para comprar electrodomésticos. Las empresas del sector explican la medida como el fin de una promoción que se había extendido demasiado en el tiempo.
Sin embargo, off the record reconocen que mantener las compras sin interés era imposible desde el punto de vista financiero, con una inflación real que supera el 20% anual.
• Las consultoras que relevan la marcha del consumo también informaron de los primeros datos que dan cuenta de un cambio en la tendencia de ventas de los grandes supermercados. Latin Panel habla de una caída importante ?de entre 3 y 4%? en el volumen de ventas de abril y mayo.
En la firma además destacan que la baja es acompañada por otros datos negativos, como la reaparición de algunas conductas de los consumidores que históricamente estaban asociadas a una aceleración de la inflación. ?En los últimos meses vemos que la gente que está en condiciones económicas para hacerlo se está stockeando de algunos productos básicos como una forma de protegerse de la inflación?, explicó Juan Manuel Primbas, director de servicio a clientes de Latin Panel.
La idea de que la inflación ya está provocando cambios en los hábitos de consumo es compartida por Home Research, la consultora que releva el consumo a partir de los residuos domiciliarios, envases descartados y tickets de compra de hogares de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
?En los últimos tiempos vemos una baja en la penetración en los hogares de varias categorías de alimentos. Desde productos sofisticados como el café instantáneo hasta rubros muy populares como el aceite?, explicó José Luis Grandi, director de Home Research.
La buena noticia es que hay otros datos que muestran que el consumo sigue en alza o, por lo menos, que el enfriamiento de la economía no es un fenómeno totalmente generalizado.
La consultora CCR informó acerca de una desaceleración del consumo en julio, aunque igualmente mantuvo para todo el año su pronóstico de un crecimiento del 5,5% en el volumen de ventas de los productos de la canasta básica (alimentos, bebidas, artículos de limpieza y tocador). El conflicto del campo, según la firma, tampoco repercutió demasiado en el interior del país. ?Contrariamente a lo que se supone, las ventas de las cadenas de supermercados crecieron más en el interior que en Buenos Aires, ya que mientras que en la Capital Federal y el GBA su facturación creció en el primer semestre un 35 por ciento, en el interior del país lo hizo un 42 por ciento. Esta es una tendencia que tiene ya varios años y que responde al cambio de la lógica económica con el tipo de cambio alto?, explicaron en CCR.
El mercado inmobiliario es otro que exhibe datos contradictorios. Hasta principios de año, el número de escrituras en la ciudad de Buenos Aires venía creciendo a una tasa superior al 10%, aunque el negocio fue uno de los más golpeados por la crisis del campo, a tal punto que en junio se produjo una caída del 8,7% en las operaciones de compraventa, según los datos proporcionados por el Colegio de Escribanos de la Capital Federal.
En el sector, igualmente, perciben los primeros síntomas de reactivación, tras la superación del conflicto del campo. ?En los últimos fines de semana se nota una mayor afluencia de gente a las visitas a los departamentos y el mercado de los alquileres ya está bastante más ágil. Este último dato es clave porque la reactivación del mercado siempre se inicia con los alquileres y después sigue con las ventas de los departamentos más chicos?, explicó Jorge Toselli, presidente de la inmobiliaria JT.
Otro dato que alimenta las esperanzas de que el enfriamiento del consumo es sólo un fenómeno pasajero es la evolución de la venta de autos. La derogación de la resolución 125 por parte del Congreso funcionó como un disparador para la venta de autos y en julio se batió un nuevo récord de patentamientos, con 395.908 vehículos 0 kilómetro en los primeros siete meses del año (13,11% más que en 2007). ?Julio tuvo cierta volatilidad. En los primeros 15 días se notó una baja importante de operaciones originada por conflicto entre el campo y el Gobierno. Una vez superado, se retomó un ritmo muy fuerte de patentamientos y terminamos con cifras excelentes?, expresó el presidente de la Asociación de Concesionarios (Acara), Dante Alvarez.
En el caso de los electrodomésticos, para CCR también hubo una desaceleración importante, aunque en el segundo trimestre del año las ventas continúan estando un 50% por encima del mismo período de 2007.
?Al menos hasta ahora, la crisis no se sintió. Lo que sí vimos es un cambio en el mix de ventas. La línea blanca (heladeras, cocinas, lavarropas) quedó un poco relegada frente al crecimiento de los televisores de LCD y las notebooks, que se vieron beneficiados por una baja importante en los precios?, explicó Guillermo Olsen, director de Marketing de la cadena Frávega.
En Neogar ?una red de comerciantes independientes de venta de electrodomésticos que en la actualidad reúne a más de 60 locales distribuidos en catorce provincias, de los cuales un gran número se encuentra en zonas de bajos ingresos? tienen una visión más negativa acerca de la evolución del mercado. ?En el Gran Buenos Aires el parate ya se siente y en promedio estamos sufriendo una caída del 30% en las ventas, lo que repercute muy fuerte en toda la cadena de pagos?, explica Enrique Sinatra, director de la cadena. ?El problema no es que la gente no venga a nuestros locales, sino que después tiene problemas para hacer frente a las cuotas, lo que está provocando un crecimiento muy fuerte de la morosidad?, agregó el ejecutivo.
Temor por los fideicomisos
En el caso puntual de los electrodomésticos, la amenaza que se cierne sobre el sector es doble. A la preocupación por el enfriamiento del consumo, se suma la decisión oficial de empezar a gravar con el impuesto a las ganancias los fideicomisos financieros.
Este instrumento es el más utilizado por las cadenas de electrodomésticos para financiarse y, de hecho, en el primer semestre de 2008 fueron autorizados 106 fideicomisos financieros por un total de $ 4303 millones, de los cuales un poco más del 70% correspondió a la securitización de créditos de consumo.
El temor compartido por toda la cadena industrial y comercial del rubro es que el nuevo régimen impositivo para los fideicomisos finalmente termine impactando en el bolsillo de los compradores finales de electrodomésticos. ?El cambio podría provocar un aumento del costo del financiamiento del consumo y de la tasa de los créditos personales de los bancos y de las cadenas de electrodomésticos?, advirtió Francisco Pertierra Cánepa, profesor titular de Fideicomisos del CEMA.

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