2008-03-25 | Ya entrena gente en Chile para abrir su primera sucursal en Buenos Aires a mitad de año y busca más locales en shoppings y zonas de alto poder adquisitivo. Los rivales dicen que ampliará el negocio del café gourmet y que hay mercado para vender productos a $ 10. Pero que al argentino le gusta que lo atienda un mozo y tener los bares más cerca. Hoy, la cadena de cafeterías Starbucks abrirá cinco sucursales. Están ubicadas en Estados Unidos, Europa o Asia. Lo mismo sucederá mañana, pasado, y así durante el resto del año: el gigante estadounidense inaugurará media decena de locales cada 24 horas hasta que termine 2008. Y un puñado de ellos estará en la Argentina. Aunque viene haciendo estudios de "factibilidad" hace más de siete años, el primer [wv02]Starbucks porteño abrirá a fines de mayo o comienzos de junio. Buenos Aires parece estar entre las últimas prioridades de la gira latinoamericana. Desde 2002, la firma plantó bandera en mercados más pequeños, como Lima. Las incursiones de las megacadenas estadounidenses en el país pueden derivar en sólidos éxitos o rotundos fracasos, con algunas escalas intermedias. En su país, Starbucks se convirtió casi en un sinónimo de café. Habrá que ver qué sucede aquí. McDonald's, que llegó en 1986, se erigió en referente de las comidas rápidas, con 180 locales. En 1995, el primer supercenter de Wal-Mart arrancó con una fila de 10 cuadras de coches. Pero hoy es el quinto jugador del sector. Ambas conocieron los sinsabores de la última crisis, durante la cual no abrieron sucursales. Y hay otras franquicias gastronómicas que son una sensación en Estados Unidos y en el país terminaron huyendo porque no entendieron el gusto local. ¿Starbucks tendrá el éxito de McDonald's o fracasará como Dunkin' Donuts, las marcas de pizza Hut y Domino's, o las hamburgueserías Wendy's? Para su desembarco, la firma armó el joint-venture Café Sirena con la mexicana Alsea, dueña de la franquicia de Burger King para la Argentina y Chile. Sabe que conquistar el país no será una misión sencilla. "Es un país con una rica cultura de cafeterías", afirmó Buck Hendrix, presidente de Starbucks Latin America. En la región, la firma ya opera en México, Brasil, Chile, Perú, Puerto Rico y Bahamas, con unos 270 locales. Tiene previstas 100 aperturas este año, de las cuales una decena estaría en la Argentina. El próximo destino será Colombia. Según las condiciones del mercado, estima que en la región hay potencial para 4.000 a 5.000 puntos de venta. En las cafeterías locales --Havanna, Bonafide, Café Martínez, The Coffee Store o Aroma, entre otras-- se manifiestan en general "contentas" porque habrá mayor cantidad de clientes deseosos de experimentar un buen café. Es que Starbucks viene precedida de cierta fama de innovadora en la materia y creadora de sabores. La compañía introdujo el concepto de café espresso (estilo italiano) en Estados Unidos, un país que estaba acostumbrado a tragarse el oscuro café de filtro de interminables jarras. La compañía fundada en Seattle se animó a tratar de imponer un estilo con toques gourmet (con 40 variedades de granos, de Kenya, Guatemala, Etiopía y Tanzania) donde nadie lo hacia. Con leche, moca, miel, helado, crema o todo junto, hasta tiene un sabor con dulce de leche. Con sus vasos de plástico transparente o de loza, a los clientes les gusta diferenciarse de quienes beben café en Donuts (que es más barato) porque así demuestran que "saben de café". Eso es, al menos, lo que el marketing de Starbucks logró establecer en su país de origen. Llegó la hora de testear la fórmula entre los argentinos. El primer Starbucks abrirá en el Alto Palermo, como adelantó Clarín el 19 de enero. El segundo estaría en Puerto Madero. Después, estarán en las cercanías de las avenidas Libertador y Figueroa Alcorta. Y pusieron al boulevard Dardo Rocha, en la zona Norte, también en la mira. Ya hay un grupo de diez managers que se está entrenando en las sucursales de Starbucks en Santiago de Chile. Los "elegidos" salieron de la cantera de Burger King. Buscan supervisores para los futuros baristas (como Starbucks llama a sus empleados). Burger King está muy detrás de McDonald's en fast-food. De hecho, ejecutivos de la "cajita feliz" fueron tentados para Starbucks. En la casa matriz de la cadena estadounidense no quieren contar aún sus planes. "Cuando abrimos un mercado, nos tomamos el tiempo para asegurarnos de que tenemos el joint-venture o el licenciatario adecuado para desarrollar la marca", dice Mark Lamb, director de Comunicaciones de Starbucks Coffee International, ante una consulta de iEco. Alsea tiene avanzados diálogos con Irsa por lugares en Paseo Alcorta, Abasto, Patio Bullrich y el shopping que levantarán en Saavedra. Y hay conversaciones con Cencosud, dueño del Unicenter y de otros centros que interesan. Hágalo usted mismo El éxito de Starbucks también se construyó en torno a una ambientación amigable --rico aroma, música, sillones--, buena atención y conexión a Internet (que hay que pagar). El autoservicio es una de las claves. El consumidor elige su favorito --el latte, con más leche que café, es uno de los más taquilleros-- y se lo lleva a la mesa, al auto o a su casa. Las cadenas argentinas, en cambio, creen que la atención del mozo es un servicio que el cliente sabe apreciar. Incluso en Café Martínez, donde llegaron a pensar en instalar self-service para bajar costos, descartaron la idea. Las cadenas locales cobran un cortado entre $ 3 y $ 4, y el café con leche, de $ 4 a $ 6,50, aunque hay especialidades que llegan a $ 10. En Estados Unidos, los precios de Starbucks van de US$ 2,50 ($ 8) a US$ 4,50 (casi $ 14,50). ¿Podrán aplicarlos acá? "Sí. Hay un grupo de gente joven, viajada, de entre 18 y 35 años, dispuesta a pagar $ 10 por un latte si el lugar está de moda y es cool", dicen en la competencia. El precio del pocillo en Buenos Aires es muy desparejo, según la ubicación, y viene subiendo: en 2006, se vendía a un promedio de $ 3,80; en 2007, a $ 4,20, y ahora está entre $ 4,90 y $ 5,50. McDonald's es el mayor vendedor de café al paso del país. Por un lado, despacha de filtro a un precio más accesible a través de las mismas cajas que venden los Big Mac. Por otro, avanza con los McCafés. Este espacio, pensado para atraer a los adultos con un buen espresso, resultó tan prolífico que lo replicarán en Estados Unidos. |
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