Aporte realizado por Fernando Pavsic
Un estudio de MGI revela cuáles son las técnicas más apropiadas para llegar a un público que frenó sus gastos y que prioriza el ahorro
La economía europea cambió de rumbo y la mayoría de los consumidores frenó sus gastos. Por lo menos, eso se desprende de un estudio de McKinsey Global Institute (MGI), donde advierte que el 50% de los europeos se ha apretado el cinturón ante la crisis.
Este cambio de hábitos incluye la renuncia completa a determinados productos, como vestimenta y juegos, y ciertas actividades de tiempo libre. También muestra como comenzó a priorizarse el ahorra en gastos de mobiliario o electrónica de consumo, siendo hasta el momento, la única excepción, los productos de necesidad cotidiana.
Otros consumidores solo realizan cambios cuando la situación realmente lo requiere o se mueven más en la línea do it yourself (hazlo tú mismo), señala el estudio publicado por Marketing Directo. Mientras que muchos están prestando más atención a la relación calidad-precio o van a la caza de rebajas y promociones.
Ante esta realidad, MGI expone que lo más adecuado es realizar inversiones en el marketing de productos hacia los que se demuestre una disposición a la compra estable.
Entre las alternativas destaca la comunicación clara de los precios, una decisión adecuada frente a la necesidad de seguridad de los consumidores.
Por otra parte, los fabricantes de productos duraderos pueden sacar ventaja con accesorios que prolonguen el ciclo de vida del producto. También anima a los consumidores la flexibilidad en el pago o la posibilidad de comprar menores cantidades a precios más asequibles.
Un estudio de MGI revela cuáles son las técnicas más apropiadas para llegar a un público que frenó sus gastos y que prioriza el ahorro
La economía europea cambió de rumbo y la mayoría de los consumidores frenó sus gastos. Por lo menos, eso se desprende de un estudio de McKinsey Global Institute (MGI), donde advierte que el 50% de los europeos se ha apretado el cinturón ante la crisis.
Este cambio de hábitos incluye la renuncia completa a determinados productos, como vestimenta y juegos, y ciertas actividades de tiempo libre. También muestra como comenzó a priorizarse el ahorra en gastos de mobiliario o electrónica de consumo, siendo hasta el momento, la única excepción, los productos de necesidad cotidiana.
Otros consumidores solo realizan cambios cuando la situación realmente lo requiere o se mueven más en la línea do it yourself (hazlo tú mismo), señala el estudio publicado por Marketing Directo. Mientras que muchos están prestando más atención a la relación calidad-precio o van a la caza de rebajas y promociones.
Ante esta realidad, MGI expone que lo más adecuado es realizar inversiones en el marketing de productos hacia los que se demuestre una disposición a la compra estable.
Entre las alternativas destaca la comunicación clara de los precios, una decisión adecuada frente a la necesidad de seguridad de los consumidores.
Por otra parte, los fabricantes de productos duraderos pueden sacar ventaja con accesorios que prolonguen el ciclo de vida del producto. También anima a los consumidores la flexibilidad en el pago o la posibilidad de comprar menores cantidades a precios más asequibles.
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