martes, 2 de septiembre de 2008

Sobrecitos que sirven para beber

Aporte realizado por Santiago Liniers


Papersip ideó contenedores descartables para reemplazarlos vasos de plástico


Todo empezó hace cuatro años con un sobrecito de azúcar. Carla Cerezal estaba en una clínica, tenía que tomar un remedio y los vasos del dispenser parecían usados. Su pareja y actual socio, Marcelo Gottlieb, sacó de su bolsillo un sobre de azúcar, lo vació y le dijo: "Servite acá".

En ese momento, a los dos se les prendió la lamparita y empezaron a armar lo que hoy es Papersip, la primera firma de contenedores laminados para líquidos que, además de ser reciclables, "son más económicos que lo vasos tradicionales de plástico o telgopor y una plataforma ideal para publicidad".

El diseño de los contenedores de papel laminado fue el primer paso en el armado de la empresa, que en su primer año de operaciones facturará 200.000 pesos.

Cerezal, diseñadora gráfica, diagramó varios bocetos y los socios se definieron por uno en forma de rectángulo, con capacidad para 80 centímetros cúbicos, frente a los 100 cm3 de los vasos.

Con la idea volcada y patentada, el dúo armó su plan de negocios y vio que necesitaría al menos 100.000 pesos para poner en marcha el proyecto, para el cual se gestó la sociedad BAenPapel. Sin capital disponible, optó por participar en los concursos para emprendedores. Ganó varios, pero fue el BA Emprende el que le facilitó el crédito por 107.000 pesos el año pasado. El dinero sirvió para armar la máquina, comprar las primeras partidas de papel, alquilar una oficina y armar el sitio web.

"Recorrimos un montón de plantas de papel que nos decían que era imposible hacer los sobres. Finalmente, conseguimos a Papelera Holanda y, después de varios intentos e inundaciones en la fábrica, también logramos terminar la máquina", recordó Cerezal.

"Todo el proceso fue largo y pasaron varios años hasta que conseguimos poner en marcha la empresa. Yo veo en este proyecto la misma revolución que se dio con los pañuelos de papel, que reemplazaron a los de tela", agregó. ¿Qué ventajas ofrecen los contenedores que vienen en paquetes de 250 unidades? Según sus creadores, los clientes pueden tener seis veces más producto (los exhibidores de vasos son de 40 unidades).

El almacenamiento ocupa un volumen 22 veces menor que el de los vasos y en el descarte el volumen es hasta 25 veces menor. "Con todo, el ahorro de costos contra los vasos puede llegar al 40 por ciento. Además, en los sobres se puede poner publicidad y es algo que ya estamos negociando con los clientes. El tema ecológico también es importante, todo es reciclable", dijo Cerezal, que precisó que cada contenedor eran "tres sorbos contados".

En materia de higiene, los productos de Papersip "están preservados en la caja contenedora y el cliente puede estar seguro de que nadie los tocó o los uso previamente".

Llegar a la mano

Los socios empezaron a vender su creación a las empresas de agua del interior. Hoy los contenedores están disponibles en Córdoba, Mendoza, San Luis y Corrientes, entre otras provincias.

"Las compañías los pueden usar a modo de regalo para sus clientes. La adopción se dio muy fuerte y, en Mendoza, por ejemplo, son muy utilizados por los gimnasios", detalló la emprendedora.

Según señaló, la empresa empezó a hablar con grandes marcas presentes en la Capital Federal y está cerrando negocios con compradores de Chile, Colombia y Uruguay. Próximamente, saldrá a vender su producto a los laboratorios médicos y también apuntará a los clientes residenciales. "Estuvimos en la última feria de Innovar y ahí las madres nos preguntaron por envases más pequeños para los chicos. Eso nos dio la idea de hacer otro envase de 10 unidades. Ya tenemos el prototipo y lo vamos a lanzar en poco tiempo", concluyó Cerezal.

Mercedes García Bartelt
emprendedores@lanacion.com.ar

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