En las últimas décadas el mundo ha venido perdiendo las fronteras comerciales y logísticas, abriendo las puertas a nuevos consumidores y a su vez nuevos proveedores sin importar su ubicación geográfica dado que la información fluye a velocidades cada vez mayores.
Este hecho ha venido transformado las cadenas de valor, serie de empresas que trabajan en forma conjunta para llevar diversos suministros al cliente final a través de varios intermediarios donde se le agrega valor al mismo, a convertirse en redes de valor donde cualquiera de los eslabones (empresa) puede ser sustituido . Si no crea suficiente valor, reconocido por el cliente final y por las empresas que componen la red de valor.
Para triunfar en este nuevo paradigma es necesario cambiar la visión de la empresa y de cada cadena de valor en su industria hacia un visión de mercado enfocada en la demanda, es decir, cambiar el "enfoque de adentro hacia a fuera" a un nuevo "enfoque de afuera hacia adentro". En este sentido no solo entregar al cliente el producto adecuado, en el momento adecuado con la calidad y servicio requerido de forma rentable sino además observar esta red de valor para crear y fortalecer las alianzas con aquellas empresas que nos harán triunfadores en el mercado global y por otra parte desarrollar una sensibilidad de mercado totalmente orientada a la demanda que permita predecir el punto de madurez de cada uno de nuestros productos para poder cosechar e innovar en el momento oportuno y me parece que este detalle es de gran interés para todas las empresas por ha llegado el momento donde el poder del cliente es tal ha tener tantas opciones que satisfagan sus necesidades que la única forma de ser diferenciado es a través de una innovación continua que cada vez proporciona productos y servicios más a la medida de los consumidores finales.
Resulta paradójico que para lograr estar cerca del cliente final es necesario crecer dos sentidos aparentemente contradictorios creando artículos cada vez más personalizados con visión de innovación de la nueva cultura global y a su vez lograr las eficiencias de los mercados de alto volumen.
Resulta lógico que este reto requiere desarrollar habilidades de adaptación de nuestras empresas y de las diversas cadenas y redes de valor hacia las señales de la demanda. Así que el juego ha cambiado ya no gana el más grande o el más fuerte sino a que se mueve más rápido y alinea su empresa y la cadena o red de valor en la que se desenvuelve con las nuevas necesidades del mercado, ahora mercado global con sus nichos de competencia y diferenciación.
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